EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.02. Se retienen los calendarios locales bajo el gobierno persa

Cuando Ciro el persa conquistó Babilonia, no la incorporó a Persia bajo un gobierno provincial. Anexó el reino a su primer dominio y tomó el título de rey de Babilonia, además de su título como rey de Media y de Persia.

En Babilonia, los persas adoptaron el idioma y la cultura del país como también el calendario babilónico. Los sacerdotes babilonios, custodios del conocimiento astronómico acumulado a través de los siglos, y del sistema del calendario, prosperaron bajo la protección persa e hicieron nuevos progresos en la regulación del calendario.

De la misma manera, cuando Cambises, hijo de Ciro, anexó Egipto al Imperio Persa, dispuso que continuara el sistema de gobierno egipcio, pero se hizo coronar rey de Egipto. Entonces gobernó el país por medio de un gobernador que era nominalmente el virrey del "faraón" persa. Se retuvieron el sistema legal del país y el calendario egipcio.

En épocas posteriores, los romanos siguieron la misma política de permitir el uso de varios calendarios locales más antiguos en las provincias orientales, aunque finalmente en todo el imperio se ajustaron esos calendarios para que coincidieran con el año juliano de 365 días y 1/4 ; se conservaron los nombres habituales de los meses, pero se ajustó la duración de los mismos para que coincidiera con los meses romanos de 30 y 31 días.

Parece que bajo el gobierno persa en Egipto se preparaban los documentos de acuerdo con las leyes locales, y se los fechaba según el calendario del lugar.

Los papiros de Elefantina, con pocas excepciones, llevan la fecha del día y del mes egipcios, y el año de reinado del rey persa computado según el calendario solar egipcio (comenzado a partir del mes de Thoth). Esto era razonable, pues no se podía esperar que dos ciudadanos comunes que firmasen un contrato en Egipto pudiesen saber cuándo debían realizar el pago o cuándo vencería un contrato, si se daban las fechas de acuerdo con un calendario extranjero.

Pero los documentos en cuestión -los papiros de Elefantina- fueron redactados por judíos que vivían en una comunidad judía y que usaban su propio calendario, diferente del de Egipto. Por lo tanto, muchos de estos papiros llevan fecha doble, no sólo según el calendario oficial egipcio, sino también según el calendario judío.

Por ejemplo, uno de ellos está fechado "en el día 18 de Elul, es decir el día 28 de Pajons, año 15 del rey Jerjes". Esto significa que el documento fue firmado en un día que era el 18 del mes lunar judío de Elul y también el 28 del mes egipcio Pajons, en el año 15 del rey persa Jerjes.

Otro dice: "En el 24 de Sebat, año 13, que es el día 9 de Athyr, año 14 de Darío [II] el rey ". Aquí se dan dos años. En el calendario judío la fecha caía en el año 13, pero en el calendario egipcio ya había comenzado otro año. Por lo tanto, la misma fecha caía en el año 13 de Darío II, según el cómputo judío, y en el año 14 del mismo rey, según el cómputo egipcio.

Estas fechas dobles muestran que los diversos pueblos del Imperio Persa usaron sus propios calendarios, aunque bajo este imperio los egipcios retuvieron -como siempre lo habían hecho- su calendario solar de 365 días, (calendario que finalmente legaron a Roma, y por medio de ésta, a nosotros).

Además, los judíos como minoría en Egipto, tenían libertad para usar su propio calendario, aunque fuese diferente del egipcio. La fecha legal de estos documentos parece haber sido la egipcia, porque cuando aparece una sola fecha es generalmente la egipcia, en la cual se computa el año de reinado según el calendario egipcio. Sin embargo, muchos de estos papiros llevaban fecha doble, tanto la egipcia como la judía.

6.01. Documentos judíos provenientes de Egipto

El documento mencionado al final de la entrada anterior, es uno de más de 100, escritos sobre papiros en arameo. Fueron hallados en la isla de Elefantina, en el río Nilo, en las ruinas de una guarnición fronteriza colonizada por mercenarios judíos y sus familias.

Estos papiros arameos de Elefantina (a veces llamados erróneamente papiros de Asuán) forman una de las colecciones de documentos antiguos más interesantes. Hay testamentos, títulos de propiedad, contratos, cartas y otros documentos del siglo V AC, el siglo de Esdras y Nehemías.

Entre estos documentos, además de aludirse a los asuntos públicos y particulares de los judíos residentes en la isla, también hay mención de temas tan interesantes como los judíos en Palestina, la pascua, un funcionario mencionado en la Biblia, y un templo judío construido en Elefantina por los colonos.

Estos papiros, algunos de los cuales aún estaban enrollados y con su sello, nos muestran la forma exacta del idioma que hablaban los judíos después del exilio: el arameo, muy similar al hebreo, que se usaba internacionalmente en Babilonia y en todo el Imperio Persa. También nos revelan la ortografía y la caligrafía, la tinta y el "papel" que se empleaban cuando los exiliados regresaron a Palestina. Contienen la fraseología legal de un decreto similar a los que se citan de los archivos persas en el libro de Esdras: los mismos pasajes arameos del libro de Esdras que algunos críticos citaban como pruebas de que dicho libro, según ellos, no era auténtico.

Los antiguos papiros de Elefantina hicieron surgir diferencias de opinión entre los eruditos, y hasta algunos los consideraron como falsificaciones por la forma insólita en que muchos de ellos llevan la fecha. Se trata de una fecha doble, expresada según dos calendarios diferentes, cuyos años de reinado algunas veces parecen no coincidir. Pero estas fechas dobles constituyen una excelente prueba de su autenticidad, porque sincronizan las fechas del calendario egipcio con las del judío, de manera que podemos calcular el día exacto cuando fueron escritas. Estas fechas confirman la cronología de los reinados de ese período según se computa en el Canon de Tolomeo.

Los colonos judíos de Elefantina habían estado en Egipto antes de que Cambises, sucesor de Ciro, conquistase al país y lo transformara en parte del Imperio Persa. No sabemos si llegaron como exiliados después de que Nabucodonosor destruyó a Jerusalén, como lo habían hecho los que se llevaron consigo al profeta Jeremías. Pero las referencias que en estos documentos se hacen a la religión revelan las mismas condiciones que Jeremías había deplorado: la mezcla de paganismo con el culto a Jehová. En el templo judío de Elefantina se adoraba a Jehová junto con las deidades paganas.

No sólo resultan interesantes las fechas y los contenidos de estos documentos judíos, sino que las fechas nos proporcionan información acerca del calendario judío del período.