En tiempos de los reyes hebreos se acostumbraba designar los años enumerándolos en serie a través del reinado de cada rey diferente.
Los acontecimientos estaban fechados con la siguiente fórmula:
"El día_____ del mes_____ del año_____del rey ".
Existe la evidencia de que estos años de reinado se computaban a partir del otoño, quizá desde el 1.º de Tishri, en el reino hebreo unido (durante el reinado de Salomón), y posteriormente en el reino de Judá, en tiempos de Josías.
Por otra parte, en el reino de Israel, al norte, parece haberse usado el año comenzado en primavera para computar los años.
El cómputo de Israel no está indicado directamente en la narración bíblica, pero parece deducirse en forma razonable de los sincronismos entre los reinados sucesivos de los reyes de los dos reinados, según lo registran los libros de los Reyes.
Inmediatamente después del cautiverio hay pruebas poco concluyentes de que se computaban los años de reinado a partir de la primavera, según la costumbre babilónica, pero cuando se restableció la comunidad judía y se reavivó el espíritu nacional bajo Esdras y Nehemías, encontramos una evidencia directa de que el año de reinado se computaba a partir del otoño (véase el blog sobre CRONOLOGÍA BÍBLICA).
Inmediatamente después del cautiverio hay pruebas poco concluyentes de que se computaban los años de reinado a partir de la primavera, según la costumbre babilónica, pero cuando se restableció la comunidad judía y se reavivó el espíritu nacional bajo Esdras y Nehemías, encontramos una evidencia directa de que el año de reinado se computaba a partir del otoño (véase el blog sobre CRONOLOGÍA BÍBLICA).
Los años de reinado usados para fechar los acontecimientos eran computados como lo habían sido bajo el reinado de Judá, pero usándose el nombre de los reyes persas, de quienes eran súbditos entonces los judíos.