Debe notarse que en todos estos diferentes métodos de calcular los años, la unidad de medida era evidentemente el año lunar de 12 meses, corregido periódicamente para corresponder con el año solar o de las estaciones mediante la intercalación de un 13er. mes.
El año común de 12 meses constaba de 354 días; pero la corrección hecha para armonizar con la Luna exigía algunas veces un año de 355 días, mientras que la corrección periódica para lograr la armonía con el año solar exigía la adición de otro mes y el alargamiento de ciertos años a 383 ó 384 días.
Esta corrección, aplicada en forma regular para corresponder con la cosecha de la cebada, nunca permitía que el año se alejara más de un mes de su coordinación con las estaciones. Por eso el número de años del calendario judío de un largo período, siempre equivalía al número de años solares, según las estaciones.